Pastora vasca, lleva 5 años en residencia.
Hembra, sociable con perros y perras.
Cuando llego tenia pánico a todo y no hacía otra cosa que intentar escaparse y huir de las personas. Al principio tenía que estar sola en un chenil de forma que no se pudiera escapar, y eso le hizo medio deprimirse, porque siempre había estado libre. Pero sabíamos que si se escapaba nunca la podríamos volver a coger, y además estaba en un sitio totalmente desconocido.
Eso le llevó a perder bastante peso por el estrés, ya que es una perra que siempre había vivido libre por el monte... Poco a poco fue cogiendo confianza hasta el punto de seguirnos en los paseos y llegar a confiar en nosotros. Fue un proceso difícil, que duró varios meses. A día de hoy es feliz y convive en residencia con más perros. Tiene de primeras miedo a las personas, y a sitios nuevos, pero una vez que confía en una persona la sigue a todos sitios y es muy obediente.
Contacto: Asociación NAPAME de Burgos.